... en plan inerte. Que lo veo todo, pero al haber sobrepasado la barrera del dolor ya no se nota. Es inconsciente porque esta vez no he llevado a cabo una elección. No es cuestión de largas y duras valoraciones. Se me ha escapado, no lo entiendo, pero lo dejo. Es bonito saber que aunque no llegas a abarcarlo, aunque se esté desparramando por todo tu ser, es un caos controlado. Un dejarse llevar semejante al tumbarte a ver las olas romper, o llorar recordando a alguien que se fue.
Es difícil de explicar. Es un sueño, podría decirse. De esos en los que tú eres el protagonista pero te ves desde fuera. Eso es. Un control desquiciante y caótico. Fantástico.
Pero esta vez toca flotar sobre este agua. Dejando que me mezca.
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