Al igual que Madrid lleva un tiempo sorprendiéndome, también llevo un tiempo bloqueada. Bloqueo literario. Toma ya. Sí, un bloqueo que no sé si es de mi mente que va demasiado deprisa y no se pone de acuerdo a la hora de la verdad, para parar cinco minutos, ordenarse, escribir algo bonito y volver a descolocarse; o bien, es que no debería leerlo al terminarlo, porque no me satisface nada.
Hoy, por tanto, he decidido parar mi cabeza para escribir "algo", publicarlo y ya si eso mañana será otro día. Un día de esos en los que el pie derecho va por delante, los pájaros cantan tu canción favorita, tu bailas aún en pijama y sonríes al verte con los ojos entreabiertos mientras te lavas los dientes. Entonces encenderé el ordenador, leeré lo que sale hoy de mis deditos inquietos aporreando el teclado, y pensaré que ha vuelto. 'Hola, inspiración. Te echaba de menos.'
Inspiración, o que lo miro con otros ojos, da igual, yo lo saludo.
Y además hoy es el día 1. G lo sabe. Él es quien custodia bajo llave los días pasados desde digamos... mediados de Septiembre. No los días, sino lo que ha cambiado. Chan, chan. Ahí lo dejo, hasta el siguiente capítulo.
Jajaja muy bueno! Y ya sabes que dure eh!
ResponderEliminarqué delicia, María!!
ResponderEliminar``La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando´´
ResponderEliminarjajaja me encanta la entrada :)